sassuka

Lo primero que vi, al entreabrir mis ojos, fue el dulce rostro de Kyo. Adormilaba, y, en sueños sonreía. Era feliz. Un calor asfixiante, junto a los primeros rayos de sol, que entraban tímidamente por el único, pero gran ventanal, que cubría toda la habitación, me había alejado de mis sueños. Detecte de donde venia el foco de calor y observe como nos encontrábamos. No había mantas, tampoco parecía haberlas habido; estábamos Kyo y yo, el cubría mi cuerpo en su totalidad, a pesar de no destacar precisamente en estatura, y hacia en esos momentos a modo de manta. ¡OH dios!, e

¿Tan rápido?... Hacia tan solo un poco más de dos horas, me encontraba agobiada en mi cuarto, sin saber que ponerme. Y ahora, me encontraba sentada junto a Erick, agarrados de las manos hablando de... todo y de nada. Tan solo decíamos algunas cosas para no estar demasiado tiempo en silencio. Desde que había llegado a la fiesta, no había dejado de mirarme de abrazarme, y... ¡besarme! ¡Sí!, lo había hecho, no me imaginaba que todo fuera tan rápido, tan inesperado. Ayer  también me había besado, cuando Sora nos dejo, pero aquel beso fue muchísimo mas corto, aquel había

No pude evitar sonreírle a Yumy ante la felicidad que me estaba mostrando, pero yo la conocía muy bien, y eso no era realmente lo que estaba sintiendo. No pasaba nada, ya tendría tiempo de preguntarle. -Bien- dije con una súbita sonrisa. Kyo a mi lado, soltó mi mano, lo cual agradecí. Me culpé a mí misma por haberme hecho las suficientes ilusiones con él, pero no pretendía mostrarles mis sentimientos. Hoy era un dia feliz. Tenía que mostrarme alegre si quería pasar una buena noche y sobre todo, pasar el tiempo que pudiese con el arquero, aunque poco después sufriera las consec

Desde hacia un tiempo, mi vida no experimentaba cambio alguno. Mientra mis ojos se cerraban, relaje el cuello y sentí el calor del sol. Paso un buen rato asta que escuche el ruido de una persona acercándose a mi lugar. Mire a todos lados, pero no vi a nadie, solo unos segundos  mas tarde, sentí una presencia a mi derecha. Se trataba de un muchacho de unos veinte años, miraba fijamente su móvil e intentando entonar una canción. Cuando paso por mi lado, nuestras miradas sé encontraron. Tenía los ojos... ¿grises? En realidad, eran de un color precioso. Avergonzada baje la mirada, per

Me levante como de costumbre con mi humor cotidiano y desagradable. Como cada mañana, desayune y me prepare rápido para como cada día salir rápido de allí. Llevaba demasiado tiempo sin salir de casa con aquella extraña sensación, llevaba bastante tiempo sin tener miedo. Me encamine hacia la universidad, pero en el camino me cruce con aquel parque, aquel que me había dado tanta felicidad. Decidí sentarme un rato en los columpios como uno de tantos días que había pasado allí. Me senté y comencé a balancearme con suavidad, el día estaba nublado, por lo que goce de a